sábado, 26 de octubre de 2013

LA CESTA DE NAVIDAD.


La cesta de navidad es una tradición española muy antigua que en la actualidad sólo la entregan voluntariamente algunas pocas empresas, por tratarse de un acto voluntario, en ocasiones no se entrega por problemas de crisis, y también hay quien con la excusa de la mala economía evita hacer el gastazo. Aunque las hay muy costosas y algunas tan miserables que los trabajadores si se da ese caso no llegan a agradecer semejante desfachatez. Pero por regla general siempre ha sido bien recibida y agradecida excepto casos aislados. En la mayor parte del país viene siendo frecuente este detalle para los trabajadores de la empresa. En vísperas navideñas, el empresario o jefe, entrega a todos y a cada uno de sus trabajadores la conocida cesta de navidad, que es un regalo con diferentes tipos de productos alimenticios.

La cesta navideña puede ser muy sencilla: Por ejemplo, un par de tabletas de turrón o de embutidos; pasando por una escala más alta en cuanto a diversidad de productos. Y luego hay algunas donde se derrocha bastante a la hora de hacerle el regalo a cada miembro del trabajo. Expondré un ejemplo de cesta navideña que no todas las empresas se pueden permitir el lujo de regalar a sus trabajadores, pero que las hay que no escatiman en gastos, y en fechas próximas a la navidad les entregan dicha cesta dándoles un alegrón. Una cesta lujosa podría llevar:

Champán; Brut; cava; vinos de reserva; un jamón; nueces; berberechos; pastillas de turrón de diferentes sabores; embutidos; bolas de queso; mermeladas; salmón; marisco; peladillas; quesos; polvorones; bombones; dátiles; galletas; brandy; whisky; pastelillos; alfajores; mantecados; hueva; mojama; caviar; latas de espárragos; almendras; sidra; mazapanes; higos; melocotón en almíbar; piña; un pavo; y todo cuanto la empresa esté dispuesta a añadir a la popular cesta de navidad.

Pero no hay un canon a obsequiar si no que cada jefe ofrece lo que considera oportuno. Suelen ser pocos los trabajadores que explican que en su lugar de trabajo no les obsequian por esas fechas. Pero también es cierto que hay muchos puntos geográficos donde dicha costumbre se desconoce. De unos años a esta parte las tradicionales cestas de navidad se han visto mermadas y también suprimidas en bastantes lugares de trabajo, debido, cómo señalé anteriormente,, a los problemas económicos que arrastran muchas empresas. Siendo imposible por tanto poder continuar con la costumbre de todos los años.

Pero en términos generales, muy pronto, ya falta casi nada, cuando falte poco tiempo para las fiestas navideñas, todos los trabajadores llegarán entusiasmados a sus hogares deseosos de abrir la caja sorpresa, y ver cuantas cosas les han regalado. Siempre ha habido trabajadores que se han sonreído al comprobar que los jefes no se han esforzado mucho que digamos; y otros que se han sentido felices al observar que la cesta de esa navidad ha sido para quitarse el sombrero. En muchos hogares donde los padres y los hijos en edad de trabajar conviven bajo el mismo techo, hay familias que reúnen varios lotes si todos están trabajando. Ya que cada miembro de la casa llega con la cesta que le han regalado en su trabajo, y ven incluso complicado buscar un lugar donde ubicar tanta alimentación obtenida de sus jefes.

Es bonito que no decaiga ese obsequio que todos los trabajadores agradecen por esas fechas cada año.