Louis Pasteur: Inventó la vacuna contra la rabia.
La vacuna antirrábica también conocida cómo vacuna de la rabia, o contra la hidrofobia, es una vacunación obligatoria también se la conoce cómo la vacuna oficial, que la ley obliga a administrar a ciertos animales de compañía entre ellos: Perros y gatos. La dosis anual obligatoria no se debe saltar, pues en los meses de calor sólo es necesario que el perro, por ejemplo, con un ascenso de temperatura climatológica tenga una subida febril, y si no lleva los anticuerpos administrados volverse un monstruo peligroso para otros animales, incluso para nosotros mismos. En España últimamente se ha desatado algún caso de hidrofobia canina, cuando esta enfermedad mortal y extremadamente peligrosa ya casi no existía, por no decir que era completamente inexistente en nuestra nación. La entrada de perros no controlados y que estaban infectados de esta peligrosa enfermedad ha desatado el posible contagio a otros animales, que han atacado a personas infectándolas en el peor de los casos. La muerte por hidrofobia es una lacra porque tan sólo el arañazo de un perro a un humano, o un bocado pone en movimiento la aceleración de la complicada plaga, que puede acabar con la vida de un ser humano, también, ya que al no estar vacunado el animal; Y estar contagiado la contagia siendo el resultado la propia muerte. Los perros rabiosos y también los gatos que padecen dicha enfermedad son incapaces de beber líquido alguno, se vuelven agresivos, locos de repente, segregan unas babas o espumarajos continuados y donde caigan, si otro perro que pasea los chupa puede sufrir el contagio y atacar a su dueño, al perder la cabeza. Según algunos vídeos y documentación al enfermo tienen que inmovilizarlo mientras permanece enfermo para que no ataque a nadie ni tampoco se haga daño así mismo. Afecta a las neuronas, sistema nervioso, psique, y es lamentable que quienes tienen perro no les apliquen puntualmente la dosis anual obligatoria por ley, dado que pueden de la noche al día, florecer una tragedia de agresiones, entre otras muchas desastrosas consecuencias. Desde que viene siendo obligatoria la inserción del microchip en nuestros perros, hay un mayor control censal y documentado, para saber hasta donde llega la responsabilidad de cada propietario de mascotas. Pues un perrito por pequeño que sea, si sufriera esta enfermedad se tirará no sólo a morder si no a matar a quien se le ponga por delante sin saber lo que hace. La no vacunación puede conllevar faltas al dueño del perro, dado que es de carácter obligatoria según Sanidad. Y la no implantación del microchip para que los ayuntamientos tengan una base de datos de cada perro, también está penada con multas elevadas. Pues la tenencia de animales es un compromiso con la sociedad. Y la responsabilidad civil del dueño es la de tener al día y según exija la ley tener en buenas condiciones a la mascota. Se dan casos, ocasionalmente en que si el propietario no vacuna en la fecha indicada por el veterinario la dosis anual antirrábica, al estar la base de datos del microchip conectada con las administraciones correspondientes, salte la alarma y por saltarse la ley a la torera le caigan al dueño multas elevadas. La ley hay que cumplirla. No se puede tener un perro sin vacunar de la rabia, porque si contrajese dicha enfermedad por no vacunarlo a tiempo, puede incluso haber penas de cárcel. El tema de la hidrofobia canina no es algo que se pueda sortear o bien no respetar. Ya que sólo es necesario que el animal incube la enfermedad “de repente”, y tengamos un perro en casa más parecido a un monstruo, delirante, que no reconoce a sus dueños y que puede sembrar la tragedia a su paso, e incluso contagiarla por mordedura a un humano y ahí las consecuencias ya serían de extremadísima gravedad.
No meteros en líos. Bastantes problemas de por sí da ya la vida. Es bueno que vuestra mascota goce de buena salud. Que vosotros tampoco corráis peligro alguno y estéis seguros evitando males mayores. Ha habido dueños que pensaban que si un año no se la administraban tampoco pasaría nada. Pero claro que pasan las cosas si no se tiene especial cuidado.
Tengamos en nuestro hogar mascotas que no sufran ningún peligro, que tampoco pongan en peligro nuestra vida, ni la de ningún vecino o transeúnte. Vacuna a tu perro de la rabia. Confiarnos de que no va a pasar nada no es la solución si no el principio de una problemática social grave por vuestra culpa en caso de que algo ocurriera. Vacúnale. Mantenle sano, Y vive con la total seguridad de que tu mascota no podrá en peligro a nadie porque has sido tan responsable y cívico vacunándole de la rabia.
Estos tiempos de calor son un peligro. No es exagerar. Protégele.
