viernes, 17 de marzo de 2017

QUE EL MÓVIL NO TE CONTROLE.


No llevar el móvil contigo las veinticuatro horas del día, excepto si es realmente necesario, no tiene nada de ilógico. Que no pases tiempo mirándolo o tecleando salvo si recibes o tienes que hacer llamadas tampoco tiene nada de anormal. Que no te dé por hacer fotografías o vídeos con tu celular no es preocupante. Que hagas uso de la telefonía para recibir y contestar llamadas y mensajes únicamente, no es malo para ti. Si sabes de alguien que no quiere llevar un teléfono a cuestas y estar operativo continuamente es muy respetable. Quedar con amigos y familiares para enseñarles las fotografías que tomaste y que no les agrade, que para un rato que quedáis para charlar, el teléfono tenga que hacer acto de presencia en la reunión no es para incomodarse. 

Diariamente en el metro y el autobús vemos mucha gente enfrascada con el susodicho. No disfrutan del paisaje ni siquiera en los trenes si no que se sumen en la tableta aunque sea para comprobar cuanta batería nos queda. Cualquier excusa es buena para mirarlo. En el supermercado también somos testigos de como bastante gente está más pendiente del aparato que de realizar las compras. Incluso los canales de televisión han visto un gran negocio en que el espectador interactúe con el programa y pase, parte de la audiencia, el tiempo viendo el programa y dejando mensajes en tiempo real para dar su opinión sobre lo que está contemplando. Por el trending topic se conocerán datos acerca de qué parrilla de programación fue más interactiva con la audiencia y el espectador además estará poniendo su granito de arena para que a los programas les vaya bien. Porque interactuar también en algunos casos equivale a cooperar dejando algún dinerillo mientras se opina. Todo eso está muy bien pero hay mucha gente que a la hora de ver un programa le gusta disfrutarlo, enterarse y no estar tacteando la pantalla, porque le gusta acomodarse y entretenerse frente al televisor y prescindir del teléfono para distraerse. 

Me gusta la tecnología así como considero que el teléfono móvil es una herramienta a día de hoy muy útil y polivalente. Necesaria. Porque llevamos herramientas útiles con nosotros en todo momento: Una calculadora que nos pueda sacar de un apuro en un momento preciso, un block de notas por si no llevamos encima papel y bolígrafo para apuntar algo; el almanaque es importante por si tenemos que calcular una fecha en cuestión; e incluso mirar qué hora es cuando necesitamos mirar nuestro reloj, y una infinidad más de utilidades.

Ahora bien: Hay situaciones en que no es necesario hacer demasiado uso y presencia del teléfono en nuestra vida diaria, salvo en el tiempo realmente necesario, para que no nos agobiemos si en un momento dado no lo llevamos con nosotros. Así como nos puede resultar de gran ayuda si se nos avería el coche para así poder telefonear a la grúa o pedir ayuda, también es verdad que si de tanto teclear nos quedamos sin conexión por haberla agotado, habrá pasado de ser una herramienta para usar en caso necesario a vernos sin ella, cuando más falta nos hace para realizar una llamada. Es decir si usamos el teléfono como un botiquín que solo se emplea cuando se requiere, siempre iremos con batería para salir de mil apuros; y no estaremos condicionados a tener que ir con él incluso al cine. 

Que la telefonía móvil nos haga la vida más práctica en todo momento no equivale a que haya que estar con el celular en funcionamiento continuamente. Exceptuando en aquellos casos en que es realmente necesario. 

Un abrazo muy grande para todos y para todas; y que nadie os caliente la cabeza. Que nuestros ojos también necesitan descansar.