Muchos
escritores y otro tipo de creadores trabajan mejor durante la noche porque en
la madrugada hay menos ruido y la concentración puede ser provechosa. Pero así
cómo se busca un horario tranquilo para estudiar sin interrupciones acústicas
también es cierto que para el descanso la tranquilidad es necesaria. Intentar
conciliar el sueño con voces o murmullos en casa no es recomendable. Quienes
rinden mejor en la velada deberían considerar que cuando intenten dormir de
día, el sonido del lavaplatos, de la lavadora, y de coches circulando en el
exterior cuyo ruido se filtra en nuestra alcoba, no conseguirán un sueño
agradable. Lo ideal es que quienes encuentran en la noche el mejor horario para
esculpir o pintar, por ejemplo, se conciencien de refugiarse en el horario
diurno o bien al atardecer realizando su tarea en un lugar tranquilo para de
este modo dormir agradablemente cuando oscurezca por completo. En lugares cómo
Rusia, donde cada cierto tiempo viven noches de sol, es decir: Temporadas en
las que el sol está presente las veinticuatro horas del día
ininterrumpidamente, a muchos ciudadanos y foráneos les resulta incómodo tener
que soportar durante todo un día la iluminación exterior contante. Porque el
cuerpo está acostumbrado a descansar al final del día. De modo que quienes se
entregan a la realización de tareas en horario nocturno casi nunca van
descansados por completo aunque pasen horas acostados. Porque una cosa es
dormir y otra creer que se ha dormido lo suficiente. Pero si el tiempo de
reposo ha sido aquejado de la acústica interna y del exterior la calidad del
descanso no es óptima. Por eso es conveniente darle al organismo su tiempo de
descanso durante la noche y que el día sea para hacer cosas. Y si se evita el
tiempo diurno por cuestiones de contaminación acústica lo ideal será trabajar
en un lugar tranquilo y que de este modo aprovechemos también las ventajas de
la madrugada para descansar.