Las piedras tienen muchas utilidades en nuestra vida diaria. Así, por ejemplo la piedra pómez siempre ha sido óptima para el cuidado de los pies evitando con sus frotes abrasivos la acumulación de durezas en la piel. En muchas carnicerías emplean piedras para afilar navajas o cuchillos. Los escultores dedicados a trabajar con ellas suelen cincelarlas para obtener interesantes esculturas. Respecto a las cocinas están quienes prefieren su uso para aporrear filetes de ternera para que al cocinarlos no salgan demasiado duros. Muchos juegan a las tres en raya con piedrecitas sobre un tablero. Los jeans o pantalones vaqueros lavados a la piedra son otro dato interesante acerca de este mineral muy considerado también por quienes les gusta usar una piedra de aspecto agradable como pisapapeles en el escritorio. En la decoración de acuarios las piedras crean un escenario natural de estética extraordinaria junto con plantas y otros adornos para las peceras. Hay un tipo de olivas llamadas aceitunas partidas que en ocasiones se aliñan para deliciosas ensaladas o aperitivos, y cuya elaboración empieza por partir las aceitunas con una piedra con la que darle ese aspecto. Y aunque hay martillos especiales en muchos hogares, en épocas navideñas y allí donde se hacen dulces de navidad en plan casero se utiliza también la piedra para partir las almendras, una por una, para después cocinarlas para hacer repostería. Pero no sólo queda reservada para decorar preciosos maceteros con piedras de colores si no que los coleccionistas y aficionados a los minerales les encanta tener su colección particular de piedras de todo tipo.
