Vivimos
en un mundo no exento de peligros. Procura no secarte con la toalla que pongas
sobre la arena cuando estés en la playa porque puedes contagiarte de hongos que
en ocasiones están entre la humedad y la arena, así cómo de pulgas o garrapatas
porque algún perro pudo haber estado paseando en el lugar donde colocaste la
toalla para tomar el sol. Por eso es recomendable al volver del baño lavarse
bien la cabeza y darse una ducha no sólo para quitar la suciedad de la brisa
mezclada con la arena si no por si alguna bacteria quedó en nuestro cuerpo. El
pie de atleta es otra infección que suele causar contagios en playas, piscinas
y duchas públicas porque muchos otros pies han estado andando por el mismo
lugar. En ese caso y cómo prevención es aconsejable usar chanclas en las duchas
públicas de los gimnasios o al andar sobre la arena en verano para que no se
adhieran a los pies ni tampoco los hongos. Otra buena medida para no infectarse
de hongos será secarnos muy bien al salir del mar o la piscina ya que tras una
ducha o baño si el cuerpo está seco habrá menos posibilidad de que por humedad
infecten la piel. Muchos bañistas al salir del agua tienen la costumbre de
tumbarse bajo el sol hasta secarse por completo y no es lo más recomendable
porque esa humedad y gotas de agua pueden atraer hongos en nuestro cuerpo. No
hay que tener miedo al mar, ni a las piscinas cómo tampoco a las duchas
públicas si usamos chancletas y bajo ningún concepto nos secamos con toallas
que hayan sido usadas por otras personas, ni tampoco con la misma sobre la que
hemos estado tumbados sobre la arena. Cuidado con la arena y la humedad. Pasar un feliz verano exento de peligros.