Si
no fuese por la televisión desconoceríamos muchísimas cosas. Gracias al medio
televisivo sabemos cómo es París, ver la inclinación de la famosa torre de
Pizza; conocer el fondo submarino sin saber bucear; observar las cataratas del Niágara,
etc. En el pasado siglo con la aparición del revolucionario televisor en blanco
y negro se siguió el lanzamiento del cohete hacia la luna; era posible ver
películas sin necesidad de ir al cine; ver actuaciones musicales entre otras
muchas cosas. Años más tarde nacería el soporte en color, el vídeo y así hasta
la era de Internet en la que todavía se sigue disfrutando de televisión en la
red. Hemos pasado del televisor en blanco y negro con antena analógica a la
televisión digital terrestre y de la pantalla cúbica a la apaisada o plasma.
Tal vez en el futuro la tele sea holográfica y se supere la realidad visual
actual tan perfecta. Porque las mejoras han sido y siguen siendo, en dicho
soporte, óptimas y puede que se llegue a una visualización de imágenes, en el
futuro, híper realistas. Si no hubiese sido por el famoso televisor aún
estaríamos anclados a no saber cómo es un iglú; una isla; y tantísimas cosas
que gracias a la tele conocemos. Los talentos descubrieron que si se podía
hablar telefónicamente mediante hondas, así cómo radiar programas por unas
antenas, las escenas también podían transportarse mediante hondas de antena en
antena. Fue y sigue siendo, la televisión, un medio muy útil y grato.