Hay
una forma ocurrente de hacerse de un guión de cine o serie de escenas para
lograr una historia y novelarla. Los sueños, la mayoría de veces, son difíciles
de recordar. Pasado cierto tiempo la memoria los deshecha y es complicado
lograr acordarse. También hay pesadillas y sueños que al ser tan impactantes
quedan en el recuerdo. Una idea puede ser dejar sobre la mesilla de noche
cuaderno y bolígrafo. En el momento en que despertamos si hay algo que se
recuerde, lo ideal sería plasmarlo en la libreta inmediatamente o se difuminará
en el olvido. Serían escenas inconexas y sin sentido todas y cada una de las
anotaciones. Pero sin duda organizándolas pueden dar lugar a una historia con
la que hacer una novela fruto de esos sueños anotados nada más tomar conciencia
de la realidad. Ya que escribir una historia de ficción se logra con el
pensamiento, imaginando cosas y ¿Por qué no? Los sueños también pueden ser de
gran utilidad para el escritor. Ya que, por ejemplo, para los amantes del
terror, dejar constancia de nuestras pesadillas más agobiantes en esa libreta
sobre la mesita de noche, puede ser una valiosa historia para compartir. Esto
sería otro modo de hacer arte a costa de los sueños.